Scheler observó que el hombre en su relación con los demás seres vivos no es sólo un producto de la evolución de la vida, sino que va a establecer la diferencia con respecto al espíritu. Va a decir que el hombre es una realización única nunca intentada antes por la naturaleza. Por ejemplo, la percepción del hombre es el sistema básico de orientación en el mundo, específicamente humano.
A
comienzos del siglo XX se abre un debate acerca de dar respuesta de
cómo interpretar al hombre. La teología, la filosofía, las
ciencias, en especial la biología
con su teoría de la evolución,
ofrecían ideas acerca del
hombre desde una perspectiva determinada.
Tanto
Max Scheler como
Arnold Gehlen, que
si bien piensan distinto abren una discusión con el evolucionismo.
La
teoría de la evolución dice
lo siguiente:
- Todas las especies vivas, junto con el hombre vienen de un mismo tronco.
- La selección natural de los más aptos: los seres vivos crecen en proporción geométrica y los recursos de subsistencia en proporción aritmética.
La
teoría de la evolución fue criticada por la religión, ya que esta
idea de que los seres vivos habían evolucionado por procesos
naturales negaba la creación divina del hombre, colocándolo en el
mismo nivel que los animales.
Se
pensaba que ésta es la segunda de las tres grandes humillaciones que
ha sufrido el hombre:
El
concepto de hombre según Scheler es una oscuridad en su significado.
Desde un punto de vista indica las características constitutivamente
diferentes que posee el hombre de los demás seres vivos,
subordinando el concepto de hombre al de animal, considerándolo un
subgrupo muy pequeño del grupo de los animales, pero animal al fin.
Este concepto de Scheler se denominó concepto sistemático
natural. Por otro lado, la
palabra hombre indica lo opuesto al animal. No es el punto de vista
orgánico, sino que busca en el hombre una dimensión distinta y
superior desde la cual captar lo propio del hombre.
La
pregunta que se hace Scheler es como plantear una concepción del
hombre sin desconocer el conocimiento científico, pero reduciendo lo
propiamente humano a un simple materialismo evolucionista.
La
autonomía, la objetividad y la conciencia de sí mismo son
propiedades esenciales. La autonomía
es su “independencia
frente a los lazos de la presión de lo orgánico, de la vida.
Semejante ser espiritual ya no está vinculado a sus impulsos, ni al
mundo circundante sino que es libre frente a éste, está abierto al
mundo”.
La objetividad
es la capacidad de tomar distancia respecto de las necesidades e
impulsos y de los estímulos del medio, para poder dar una respuesta
elaborada, distanciada de las presiones internas y externas. Y
finalmente, la
conciencia de sí
es la capacidad de saberse sujeto y poseerse a sí mismo, a
diferencia del animal que sólo puede tener conciencia de lo otro
pero nunca de sí mismo.
Parte
de la idea del hombre como ser inacabado, carenciado, no adaptado a
ningún medio determinado. El
hombre debe de transformar la carencia en oportunidades de vida.
Necesita tomar posición respecto de sí, interpretarse, saber quién
es y que tareas tiene por delante.
Debe
construir una imagen de sí mismo. No es lo mismo concebirse como una
criatura de Dios a concebirse como un mono que ha tenido éxito. Su
modo de comportarse, sus fines y sus demandas a las que se sujete
serán diferentes en uno u otro caso.
En
su libro El hombre,
Gehlen dice que el hombre tiene que dar una interpretación de su
ser y partiendo de ella tomar una posición y ejercer una conducta
con respecto a sí mismo y a los demás. El hombre es el único ser
que necesita saber acerca de sí mismo para poder diseñar su vida y
para saber como conducirse con respecto a los demás. Su vida depende
de lo que él haga, su existencia es una tarea y para lograrlo debe
de emplear todas sus capacidades.
Caracteriza
al hombre como un ser práctico signado por la acción, es alguien
que debe de actuar para vivir, proveerse de todo aquello que la
naturaleza no le dio a fin de hacer posible su vida. Para poder
existir debe transformar y dominar la naturaleza, y la esencia de la
naturaleza transformada por él en algo útil para la vida se llama
cultura. El mundo
cultural es el mundo humano.
El
hombre es también un ser previsor orientando su futuro para crear
las condiciones para poder vivir no sólo el día a día, sino
también el mañana.
La
diferencia que Gehlen hace de Scheler es que el hombre y los animales
se diferencian por la cualidad especial que tiene el espíritu, que
es una categoría separada de lo orgánico, pero que a su vez el
hombre utiliza esa energía vital para la realización de los actos
espirituales.
El
problema radica en que no hay tal relación entre el comportamiento
instintivo y el inteligente, más bien se excluyen, porque cuando los
instintos son fuertes la inteligencia es mínima.
Gehlen
propone una antropobiología
que reúna los saberes de la ciencia y de la filosofía, pero no
poniendo la diferencia en que un rasgo específico sea superior -el
espíritu- o inferior, tal como sostiene el evolucionismo. El hombre
es una realización única, su estructura biológica (su amplia
percepción, y su plasticidad de sus pulsiones) es original, por lo
que constituye una única realización de la naturaleza, jamás
vista. Gehlen busca construir una antropología (hombre)
que exprese la unidad de lo biológico con lo espiritual.