Buscar este blog

viernes, 21 de junio de 2024

Los filosofos de la sospecha.

Los filósofos de la sospecha desenmascaran la falsedad escondida bajo los valores ilustrados de racionalidad y verdad de nuestra sociedad y cultura occidental, desde el pensamiento de Platón y Aristóteles, el cristianismo y la razón cartesiana. Los tres expresan, cada uno desde perspectivas diferentes, la entrada en crisis de la filosofía de la modernidad, al mostrar la insuficiencia de la noción de sujeto, y al desvelar un significado oculto: Marx desenmascara la ideología burguesa como falsa conciencia o conciencia invertida; Nietzsche cuestiona los falsos valores; Freud pone al descubierto los disfraces de las pulsiones inconscientes. Ponen en cuestión los ideales ilustrados de la racionalidad humana, de la búsqueda de la felicidad y de la búsqueda de la verdad. A estos tres filósofos los podemos relacionar con la praxis del mundo intramundano, ya que los mismos de acuerdo a sus diferentes posturas filosóficas niegan la trascendencia trasmundana, con su fuerte crítica a toda doctrina religiosa, en cuanto a la existencia de un ser superior y la negación de la metafísica tradicional. Aunque ellos a través de la genialidad de sus pensamientos logran sus propias transcendencias, haciendo una fuerte crítica a la sociedad humana, a su sistema de producción, sus creencias. A partir de ellos se puede pensar desde la filosofía, como una herramienta para desenmascarar la realidad y poner todo bajo sospecha. Los tres proponen que la vida del hombre puede mejorar a través de la transmutación de todos los valores de la sociedad burguesa que aliena y somete al hombre, le quita sentido a la vida y reprime sus instintos más naturales convirtiéndolo en un ser cultural y, por lo tanto, un ser neurótico. A partir de ellos, la filosofía desestructura, incomoda, interpela la realidad de lo cotidiano, pone en duda todas aquellas verdades que se fueron construyendo en la historia de la humanidad, especialmente lo que Lyotard llama los grandes relatos históricos. Como dice Marx: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversas formas el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” y la filosofía es una de esas herramientas de suma utilidad para poder cambiar la realidad. La peor lucha es la que no se hace.