BIOGRAFÍA.
Santiago Derqui, nació en córdoba, el 19 de junio de 1809, y era hijo de don Manuel José Derqui y de Doña Ramona Rodríguez. Curso sus estudios de derecho en esa Universidad, y concluyó la carrera en un solo año, recibiéndose de abogado en 1831. Su nombre empezó a figurar desde esa época, qué fundó con otros jóvenes el periódico titulado “El Narrador”, que sostenía la política Federal. En 1832, fue elegido Diputado a
Levantada otra vez Corrientes contra Rosas, el Gobernador Madariaga invitó a dirigirse a
El 7 de marzo de 1845, Paz lo designó enviado extraordinario ante el Presidente de Paraguay. Derqui propuso a éste una alianza defensiva y ofensiva contrario a Rosas, que pronto se firmó pero sin éxito inmediato. En ese año, junto con Leiva y Marcelino Pareja redactó “
Derqui asumió la presidencia de
Los veinte meses de la presidencia del Doctor Derqui son absorbidos por la urdimbre de los sucesos políticos y militares, que detallaremos más adelante. Trabado además por la escasez de recursos económicos, la actividad gubernativa se restringe en buena medida.
Anotemos, sin embargo, las promisiones de numerosos cónsules en el exterior, el interés por el arraigo de la línea de fronteras con el indígena, el estímulo a un viaje de exploración a través del Chaco emprendido por el capitán José María Arce, el arreglo de las postas en
Urquiza es Gobernador de Entre Ríos. Se avanza todavía más en la pacificación, y el 6 de junio de 1860 Mitre envió a Vélez Sarsfield a Paraná y, con Victorica y Daniel Aráoz, se firmó otro solemne compromiso: que Cepeda sea una dolorosa cicatriz en la memoria Argentina. El 7 de septiembre, cuando la convención nacional sancionó en Paraná las reformas propuestas por Buenos Aires, Mitre le escribió al Presidente: “Ya ve usted que se acerca el momento solemne. La suerte presente y futura de la nación está pendiente de ese fallo, y una grave responsabilidad pesaría sobre todos si, por falta de prudencia de los hombres influyentes, se malograse una obra que cuesta ya tantos sacrificios”. Las reformas se votan. “Después -relata Rebollo Paz- vino lo imprevisible. El drama de Virasoro y el drama de Aberastain encresparon los ánimos y encendieron de nuevo pasiones; las pocas voces serenas que trataban de hacerse oír fueron ahogadas por el oleaje de las injurias y los vituperios. En ese clima, el arbitrario rechazo de los diplomas de Buenos Aires en el Congreso de 1861 era un suceso que no podía dejar de llamar la atención. Cualquier cosa se podía esperar”.
Sarmiento, amigo entrañable de Aberastain, levanta una vehemente polémica en
LAS REFORMAS A
De acuerdo con las cláusulas del convenio de San José de Flores
NUEVOS AGRUPAMIENTOS POLÍTICOS.
A partir del segundo período presidencial, el juego político se desenvuelve en torno a tres personalidades: Santiago Derqui, Justo J. De Urquiza y Bartolomé Mitre. El primero se halla al frente del Poder Ejecutivo Nacional. El segundo pasa a ser Gobernador de Entre Ríos, luego que esta Provincia recobra el goce de sus instituciones en 1º de mayo de 1860. En cuanto a Mitre, tras desempeñar el Ministerio de guerra local, es electo cinco días después Gobernador de
En un principio, Derqui se empeña por ligarse doblemente a Urquiza, al designarlo general en Jefe del ejército de línea y al confiar el Ministerio de Guerra a su yerno, Benjamín Victorica. El general Mitre invita a uno y otro a celebrar juntos la efemérides del 9 de julio. Los tres personajes presiden en Buenos Aires promisorias demostraciones de fraternidad, una de ellas cumplida en la sede de masonería. Desde entonces se observa en el Doctor Derqui su afán de entenderse con el dirigente porteño y un correlativo desapego con su antecesor. El 17 de octubre comunica aquél su anhelo de “...gobernar con el partido liberal donde están las inteligencias” y su designio de propender a “...darle mayoría parlamentaria”.
Los nombramientos de Norberto de
Tales disposiciones provocan un obvio distanciamiento con el señor de San José, cuyo hijo político renuncia a la cartera de guerra. Con el fin de paliarlo, el General José María Francia, sucesor de Victorica, insinúa una entrevista en la suntuosa residencia de campo. El 11 de noviembre vuelven a reunirse Mitre, Derqui y Urquiza. En la feliz circunstancia, Mitre entrega al dueño de casa el bastón de mando de los gobernadores del Estado bonaerense, manifestándole justicieramente: “Gracias a vuestro patriotismo y magnanimidad
Producida la muerte del General Benavídez y tras la destitución del Gobernador Gómez, ocupa la primera magistratura de
El 16 de noviembre de 1860 Urquiza, Derqui y Mitre, reunidos en San José, escriben una corta colectiva sugiriéndole a Virasoro la renuncia al cargo, con el propósito de evitar mayores desafueros. Pero en el mismo días es ultimado en su propia casa, junto con varios de sus íntimos. Aberastain asciende al gobierno de
El crimen quiebra bruscamente la fugaz armonía alcanzada. El Presidente Derqui resuelve intervenir San Juan. Nombra al efecto al Gobernador de San Luis, coronel Juan Saá, al que secundarán miembros de la comitiva de Mitre. Por su parte, Urquiza apremia por drásticas medidas, censurando simultáneamente dichos nombramientos.
Al saber el arribo del interventor, Aberastain se dispone a resistir. Se atrinchera en la rinconada del Pocito, donde el 11 de enero de 1861 sufre completa derrota. Hecho prisionero, se lo fusila al otro día por orden de un oficial subalterno. Su muerte desata controversias. Mitre ve reanudada la guerra civil; Sarmiento fulmina inmediata venganza. Urquiza condena el asesinato e insta a Derqui por el castigo de los culpables. El Presidente, pro el contrario, cree que el coronel Saá ha cumplido con sus instrucciones, ante cuyo juicio los Ministros porteños Pico y Riestra abandonan sus carteras y se alejan de Paraná.
El Gobierno de Buenos Aires censura el atentado en público manifiesto, lo recrimina ante el Ejecutivo Federal e incita a los gobiernos de las provincias a proceder en consecuencia. En repuesta, el de Entre Ríos niégale derecho a debatirlo, calificando de inoportuno el planteamiento: “Bajo cualquier aspecto, pues, que se quieran mirar los lamentables acontecimientos de San Juan, no son de aquéllos que amenacen a la sociedad entera de un desquicio completo en los principios, y en las leyes que la constituyen”.
De igual temperamento participan los gobiernos de Santa Fe, Córdoba,
En su descargo, el Ministro del Interior José S. De Olmos asienta el recto principio legal: “Los Gobernadores de Provincia en calidad de tales, no pueden censurar los actos del Gobierno Nacional, ni discutir sobre ellos sino en la parte que tenga relación inmediata y directa con los derechos peculiares de sus respectivas provincias, tesis rechazada por el aludido en nota de 21 de febrero. La disputa pone a prueba los vínculos entablados, a los que poderosas razones políticas sostienen todavía. Así lo aclara el General Mitre a José Posse, su corresponsal den Tucumán.
En cambio, Urquiza es objeto de procaces ataques en la prensa porteña al tiempo que, por la vía epistolar, polemiza sobre la tempestuosa actualidad con el Gobernador de Buenos Aires.
Una de las reformas sancionadas en la convención nacional ad hoc exige que los miembros del Congreso sean nativos de las provincias representadas o con dos años de residencia inmediata en ellas. De esa manera se concluye con la anomalía de los denominados sarcásticamente “alquilones” por la prensa porteña, o sea la de tantos refugiados que encontraron en Paraná un puesto afín con sus inquietudes públicas. El Presidente Derqui se apresura a eliminarlos por el decreto del 26 de octubre de 1860. Al convocar extraordinariamente al Congreso Federal para el 1º de abril próximo, de acuerdo con los artículos 11 y 12 del convenio del 6 de junio, es decir, con el fin de incorporar a los representantes de
El referido decreto, al avanzar sobre las facultades del Poder Legislativo -único Juez de la elección de sus miembros-, encuentra gran resistencia. El Gobernador de Corrientes, presbítero José M. Rolón, se niega ostensiblemente a cumplirlo. Urquiza intercede ante el Presidente Derqui haciendo un llamado a la cordura del mandatario, que transforma el entredicho en punto de amor propio.
Frente a la posibilidad del rechazo, Mitre amenaza con atenerse al convenio de junio: “...quedaríamos... medio incorporados y medio independientes, sin que las leyes que dicte el Congreso sean obligatorias para nosotros, pues la de aduanas” (que es la principal) y demás leyes de comercio no pueden dictarse sin nuestro concurso. Derqui le asegura vencer la resistencia de Urquiza. Pero ninguno de ellos, ni el Ministro británico Eduardo Thornton, logran que el Gobernador de Entre Ríos abandone sus puntos de vista. Sólo promete abstenerse de toda actividad en contrario.
El conflicto se dirime en el recinto del Congreso. El 5 de abril de 1861 el senado declara la inexistencia de vacante alguna de su seno a mérito de la reforma constitucional. En la otra cámara el debate comienza el día 4, en que se lee la nota de protesta de los Diputados de Buenos Aires, que no fueron citados a la sesión. Se les exige presentar los respectivos diplomas o poderes. Dos días más tarde los diputados responden que bastan las actas y registros de las elecciones. Cuestionan la composición actual del cuerpo, por lo cual la cámara reproduce el dictamen del Senado acerca de las vacantes. El 7 de abril se desaprueban dichas elecciones por violar el artículo 37 de
El precedente veredicto lo achaca el Ministro británico a la poca firmeza del Presidente Derqui, mientras los rechazados lo imputan al ascendiente de Urquiza sobre los legisladores.
El Poder Ejecutivo Bonaerense invoca un acuerdo verbal con el Presidente Derqui en el sentido de realizar las elecciones según
RUPTURA DE HOSTILIDADES.
Desconcertado por la reacción de sus ocasionales amigos, el Presidente Derqui vuelve ahora en busca del apoyo de su antecesor. Urquiza pasa por alto las recientes veleidades y se lo depara generosamente, dispuesto a apuntalar la tambaleante autoridad nacional.
Medidas hostiles se precipitan por una y otra parte, el Congreso declara el estado de sitio en Córdoba y San Luis, Provincias donde está a punto de estallar la lucha; otorga pensión a la viuda del Coronel Virasoro y rehusa a los nombramientos de Sarmiento y Mariano Balcarce en la diplomacia. El gabinete aprueba la conducta “altamente meritoria” del coronel Saá, encomienda al coronel Ricardo López jordán defender
Mitre despacha el 1º de junio al coronel Marcos Paz con la misión de preparar la resistencia en el interior. Cierra en el mismo día su correspondencia con el Doctor Derqui, no sin instalarlo antes a adoptar una firme postura en salvaguardia de su autoridad. Este la asume, por cierto, pero ubicándose en muy opuestas filas. Marcha a
Sabedor de la falta de recursos económicos y militares. Urquiza alienta la esperanza de un arreglo pacífico. Logra convencer al Doctor Derqui de la conveniencia de aceptar los buenos oficios de los Ministros de Francia e Inglaterra, aunque no obtiene igual acogida entre los legisladores. Un grupo intransigente impone
A espaldas del Anterior Mandato, Derqui y Urquiza Mantienen conferencias con los emisarios bonaerenses a bordo del buque inglés “Oberon”, en el puerto de Las Piedras. Rotas las negociaciones se empeña la lucha definitiva. De regreso al campamento de Grondona, Urquiza conoce los hilos de un vasto complot urdido por los amigos de Derqui, descubrimiento que le desazona en extremo, sintiéndose traicionado. En tal calamitoso estado de ánimo acude al campo de batalla de Pavón el 17 de septiembre de 1861, moralmente vencido de antemano. Triunfa el ala derecha de su ejército sobre la caballería bonaerense, pero dispersadas las columnas del centro y de la izquierda, opta por retirarse salvando las divisiones entrerrianas. Desde Diamante pide que lo revelen del comando. Explícale al Presidente Derqui: “Ud. Es testigo de cuánta repugnancia tenía yo de hacer esta campaña; el encarnizado combate que presencié, me disgustó en extremo; enfermo desde que empezó la campaña, pues me levanté de la cama para la marcha y combate de todo el día, las falsas noticias que recibí, la desmoralización que he presenciado y que no me es dado soportar, todo me decidió a retirarme”. Su `plan se concreta ahora a la defensa del gobierno nacional en
RECESO DEL GOBIERNO NACIONAL.
Dueño del campo de batalla, el ejército bonaerense avanza hacia
El gabinete porteño pretende la caducidad de los poderes nacionales y de
En el plan Mitre se contempla el dominio sobre Santa Fe y Córdoba y muy en particular sobre la aduana de Rosario; la neutralización de Corrientes y Entre Ríos y la convocatoria de un nuevo Congreso tras destituir a las autoridades existentes. Habiendo pasado el general Pedernera a ejercer la presidencia de la república, quiere el veterano guerrero delegar en Urquiza el alto cargo. La idea cuenta con el auspicio de los Ministros extranjeros, más trasmitida a Mitre por el intermedio del Doctor Martín Ruiz Moreno, se la impugna al instante. Ante el rechazo, Urquiza debe mostrar a sus comprovincianos la conveniencia de una rápida paz. Días antes en Cañada de Gómez se habían presenciado extremos de crueldad y de terror.
Si los intereses generales lo requirieran, él se retiraría de la vida pública. Sabe que su gesto provocará juicios contradictorios, pero la envergadura del objetivo entrevisto le estimula en su emprendimiento.
El día 2 se reglamenta
Conclúyase por decretar el receso “...hasta que
Cuatro días antes, el Gobernador Rolón es depuesto en Corrientes, en tanto Mitre se apodera de Santa Fe el día 5 y despliega enseguida fuerzas sobre Córdoba al mando del General Paunero, quien ha de proceder a cambiar por completo el cuadro político de esa Provincia.
El 19 de diciembre
ÚLTIMAS DERIVACIONES DE
Bartolomé Mitre acepta la paz ofrecida por Urquiza. La reorganización ha de partir, empero, de principios totalmente opuestos a los imperantes hasta el momento de la crisis. Por sus avances en Santa Fe y en Córdoba, por el cambio operado en Corrientes, aquél cree poder adjudicarse la mayoría de la opinión. Bajo tal concepto exige la entrega de la escuadra y de los archivos, y sin esperar respuesta, apenas se entera del desarme de las unidades, se apodera de los barcos en la víspera de
Con gran altruismo y visión a la par, Urquiza reconoce a su adversario, veinte años menor de edad, “el derecho y la aptitud” de encabezar la nueva etapa en la vida del país. Deslinda su responsabilidad en la caída de un gobierno al que Mitre mismo contribuye a también a sostener y enuncia una vez más el todavía inaccesible ideal: “...una política de orden, de unión, de fraternidad, bajo el imperio de la libertad y de
“En la esfera que me toque, cumpliré el deber de cooperar con la abnegación y desinterés a cuanto pueda convenir al bien de
Renunciamiento que no basta aún. El Gobernador de Buenos Aires discute al de Entre Ríos el derecho a reivindicar el territorio federalizado, a retener las aduanas y archivos nacionales, a reclamar preferencia en el pago de la deuda. En fin, le insinúa el retiro de la vida pública, exigencia que
Es preciso una última gestión confiada al tacto del Doctor Salvador del Carril con el fin de zanjar el entredicho. El ex Vice Presidente trasmite un altivo mensaje de su compañero en el gobierno de la confederación:
El Sr. Mitre y todos los argentinos deben saber que el General Urquiza no esquiva la responsabilidad de su vida pública, y que está resuelto a ser víctima indefensa de las facciones políticas en su patria, antes que resignarse a llevar la deshonra de ella y su propia vergüenza al extranjero.
Concreta su embajada en sencillas palabras: “yo vengo a pedir a V.E. declare: Que el Gobierno y el Pueblo de Buenos Aires están en paz con
Garantía necesaria en momentos en que arrecian los ataques de los diarios porteños contra la fama del organizador de
Estamos a 28 de enero de 1862. Han transcurrido, pues, cuatro largos meses desde el encuentro de los ejércitos de Pavón. Las demás provincias, siguiendo el camino abierto por Córdoba el 19 de diciembre último, otorgan en distintas fechas de los meses de febrero y marzo análoga facultad al General Mitre, ampliada con las inherentes a un Poder Ejecutivo Nacional interino, el conjunto de cuya autoridad éste acepta el 12 de abril de 1862. Simultáneamente, sendos movimientos subversivos, apoyados los más por las fuerzas expedicionarias del General Paunero y sus comilitones, trastruecan los cuadros políticos del interior. El partido liberal domina todas las posiciones, salvo en Entre Ríos.