Seres imaginarios han poblado las
noches y los días del planeta, escapando de las leyes biológicas y físicas, sin
que el átomo o la cibernética hayan podido acabar con ellos, ni el conocimiento
científico ni las utopías sociales han podido calmar los miedos ancestrales del
hombre. El origen de la mitología humana tuvo que ver con los miedos a la
muerte y a las grandes catástrofes que castigaron al mundo desde su origen y al
destino, ese futuro misterioso que intentaron predecir y modificar.
Estos seres deambulan por la
oscuridad de diversas formas imaginarias. La inmensa mayoría perecerá a esa
nebulosa en que se disgregan los sueños de una mente particular, que algunos fueron
vistos, oídos o sentidos, conformando una realidad intersubjetiva que irá
trascendiendo hasta afianzarse en el imaginario colectivo. A partir de aquí
podremos decir que estaremos frente a seres sobrenaturales de una cultura
popular que los ha concebido o adoptado y adaptado a su cosmovisión.
Muchos de estos seres
sobrenaturales vinieron con nuestros abuelos inmigrantes europeos y aparecían cada vez que no queríamos dormir
la siesta, cuando nos alejábamos de nuestros hogares para ir a jugar a algún
baldío o con la oscuridad de la noche, siendo ellos muy malos como el cuco, el
lobizón etc. Otros provienen de la cultura popular argentina, especialmente de
los pueblos originarios de América.
Todos ellos cumplen una función
en nuestro imaginario, algunos son buenos y otros muy malos y todos tienen que
ver con nuestros miedos interiores o nuestras fantasías diurnas.
Jorge Halperín realiza un trabajo
de investigación sobre los relatos urbanos inventados por el imaginario
popular, es una verdadera ingeniería de la ilusión. El rumor o relato urbano es
de origen incierto y propagación inmediata, estas historias que circulan de
boca en boca y encierran un misterio.
Toda historia humana oculta un
trasfondo de voces sumergidas. Existe una suerte de magma espeso y pleno de
significados en el cual se cocinan los grandes mitos, las tragedias y aun los
simples relatos populares a los que el folklore rural y urbano ha dotado de un
valor emblemático.
Las narraciones urbanas tienen
que ver con sentimientos que nos afectan. Vida, amor y muerte sobrevuelan en
ellas como una constante evidente. En todas las historias se esconde el miedo a
los extraños, a la oscuridad, el temor a ser atacados, a perder la integridad
física, el miedo al futuro en general. Entre las sombras de los mitos urbanos
aparecen también la virilidad, exaltada o menoscabada, y por supuesto la virginidad,
y las vagas angustias en torno del sexo, la pasión y sus no siempre gratas
consecuencias. En algún momento de nuestras vidas todos tenemos miedo a perder
de pronto a nuestros hijos y demás seres queridos. Todos tememos ser olvidados. Nos asusta cualquier
ruptura de las normas sociales preestablecidas. El cortejo, el miedo a la
muerte, el engaño, la traición abierta o solapada.
En todas y cada una de las
historias referidas aquí sobrevuelan esos estados de miedo, duda e inseguridad.
También flota la certeza de que siempre hay o habrá un castigo para las
transgresiones a la norma. Y, en general, el conjunto de relatos exponen las
angustias del ser humano de hoy y de todas las épocas.
Iré desarrollando a través de mi
blog, muchos de estos seres imaginarios que estuvieron, están y seguirán estando
en nuestras mentes por mucho tiempo, aunque la ciencia y la técnica humana avancen
progresivamente y revele muchos de estos misterios que siguen vigentes en
nuestras vidas.