Marx es un pensador fundamental de la filosofía del pensamiento económico. El libro el Capital, junto con la riqueza de las naciones de Adams Smith y Los principios de tributación de David Ricardo, son los tres libros fundamentales de economía mundial.
Es un discípulo de Hegel, es el más
brillante protagonista de izquierda Hegeliana. Toma algunos conceptos de Hegel
y luego desarrolla una teoría propia en lo económico, político e histórico. El
concepto fundamental que toma de Hegel es el de la negación en la historia, el concepto Hegeliano de la dialéctica y
Marx asocia este concepto de negación con una determinada clase social que es
el proletariado. Marx va a tomar el
concepto de negación de Hegel, porque el proletariado va a negar a la
burguesía, es decir, negarla significa que el proletariado va a destruir,
superar a la burguesía. Va a destruir el orden social burgués, lo va a superar
con una sociedad sin clases sociales, en donde no va a haber explotación del
hombre por el hombre. La negatividad va a estar ligada a la praxis del
proletariado. A la praxis política, social, sindical del proletariado. La
negación dialéctica en Marx se encarna en el proletariado. Es el proletariado
quien va a ejercer la negación sobre la burguesía y de esa negación se va a pasar
a una nueva instancia, que es el tercer concepto de la dialéctica hegeliana que
es el de la conciliación, que va a ser llamada la del comunismo o socialismo.
Otro de los temas que toma Marx de
Hegel es sobre la dialéctica del Amo y el Esclavo, que es una fuente inacabable
para todos los filósofos y es el concepto del esclavo trabajador. El
proletariado industrial, trabajando y llevando adelante su praxis va a
revolucionar la historia humana.
El materialismo histórico es la concepción que Marx tiene de
la historia, piensa a la historia como una materia porque es el elemento con el
que trabaja el proletariado. El materialismo histórico como filosofía estudia
lo concreto de la historia, estudia las relaciones de producción, las clases
sociales, los conflictos sociales, las relaciones políticas que Marx
desarrolla en varios libros como El
manifiesto comunista, El capital. El pensamiento piensa la materialidad
histórica, que le da contenido a ese pensamiento y encuentra dos clases
antagonicas: la burguesía y el
proletariado. La burguesía terminó con el feudalismo, de modo que ahora la
burguesía instaurada en el poder comienza a desarrollar sus industrias que se
llama la “Revolución Industrial Burguesa”, y de acá surge el nuevo sujeto
histórico el proletariado industrial. Marx estudia el desarrollo capitalista en
Inglaterra, por tener el desarrollo capitalista más avanzado en el momento
histórico de Marx.
En el
libro “Introducción a la filosofía del
derecho de Hegel”, desarrolla sus puntos de vista en relación a la
filosofía y el proletariado. Termina diciendo que la filosofía es la cabeza de
la revolución y el proletariado es el corazón de la revolución. También hace
una crítica a la religión y escribe la frase: “La religión es el opio de los
pueblos”, porque la lucha de Marx va a ser que el proletariado, que los
humillados de la tierra tomen conciencia de su situación ignominiosa. El
proletariado se tiene que revelar contra su situación ignominiosa que le
promete la religión de ir al cielo, de la eternidad celestial. No se trata de
ocuparse del cielo, sino de ocuparse de la tierra. Es en la tierra donde los
hombres sufren, son humillados. Es en la tierra donde la ignominia se hace
presente. La lucha por superar la ignominia se debe dar entonces en la tierra,
dice Marx. Es en esta perspectiva, que la religión le promete a todos el reino
de los cielos, convirtiéndose en el “Opio de los pueblos”. El sufrimiento que
están padeciendo todos no tiene importancia porque les está esperando el reino
de los cielos. La religión es aquello que adormece la lucha de los hombres en
la tierra para superar su indignidad social.
En la
tesis 11 de Feuerbach, Marx dice “Los filósofos se han encargado de
interpretar el mundo”, y de lo que se trata es de transformarlo. La
filosofía de la praxis es la que pone el pensamiento al servicio de la
transformación de la realidad. La unión entre el pensamiento y la materia da el
concepto de praxis.
La crítica que se le hace a esta
tesis de Marx es realizada por Heidegger, que dice que Marx niega a la
filosofía, solo propone transformar el mundo y no pensar. Pero es una crítica
infundada por parte de Heidegger, porque Marx no está negando la necesariedad
de la interpretación del mundo, al contrario, hay que transformar el mundo,
pero para transformar el mundo hay que interpretarlo. La interpretación del
mundo forma parte de su transformación. Nadie puede transformar un mundo que no
ha interpretado. La praxis revolucionaria va unida al conocimiento que el
revolucionario quiere transformar.
Marx habla del “Pathos de la crítica”, de la pasión que
alimenta a la crítica, la crítica es pasión. El Pathos de la denuncia” es la indignación. El descubrimiento de la
ignominia nos lleva a la indignación, que cubre todos los aspectos históricos,
no solo de las injusticias del capitalismo, sino también de todos los modelos
de socialismos mal aplicados en el mundo.
Marx va a establecer conceptos que son muy claros, y lo llama armas de la crítica, la crítica entendida como conocimiento de la realidad. Es aquello que el pensamiento conoce de lo real, es necesario conocer lo real para transformarlo. El conocimiento de la realidad se da en la medida de que se la transforma.
Marx va a establecer conceptos que son muy claros, y lo llama armas de la crítica, la crítica entendida como conocimiento de la realidad. Es aquello que el pensamiento conoce de lo real, es necesario conocer lo real para transformarlo. El conocimiento de la realidad se da en la medida de que se la transforma.
Marx entiende por crítica la
develación de una situación. “Es tornar algo que estaba oscuro”,
una toma de conciencia. Si una persona sufre una ignominia y no toma conciencia
de esa situación, siempre le va a parecer natural lo que está padeciendo. Es
necesario que en algún momento tome conciencia de lo que le está pasando.
Cuando toma conciencia está viendo su situación de una manera crítica. La
perspectiva crítica es aquella que nos dice si lo que nos pasa está bien o está
mal. La crítica es aquello que acompaña a la conciencia. La conciencia nunca
debe dejarse sofocar por la realidad. La conciencia debe de aclarar, juzgar,
decidir sobre esa realidad y en consecuencia, es uno quien debe de seguir o no
a esa conciencia.
Marx habla de la crítica de las
armas y va a decir que es necesario entender que la situación de una sociedad
es injusta, pero que además es necesario derrumbar por la violencia al régimen
capitalista e instaurar en su lugar el régimen comunista y que va a llamar la revolución.
Marx va a decir que la violencia
siempre va unida a las masas y es totalmente contradictorio con lo que pasa en
las guerrillas latinoamericanas, especialmente la que lideró el Che Guevara, que plantea el foco
guerrillero donde un pequeño grupo puede envolver a toda una sociedad a partir
de su praxis vanguardista, iluminista, foquista. Marx de ninguna manera
consideraba a la violencia foquista, la violencia era la violencia de las masas
del proletariado. Las vanguardias son las que se sienten dueñas de la verdad
ideológica y crean el partido de la vanguardia formado por aquellos que tienen
la ideología revolucionaria y que consideran que las masas no las tienen y
ellos deben de llevar una función educadora sobre las masas desde el partido
revolucionario. El partido cosifica la ideología, hace de la ideología un dogma
perteneciente a unos pocos elegidos transformándose en la burocracia del
partido administrando el dogma ideológico, al cual toda la sociedad tiene que
someterse y finalmente el partido dogmático elige a su líder y aparece el culto
de la personalidad, aparece la figura del dictador revolucionario, como ocurrió
con la URSS y China. En una revolución siempre debe de formarse nuevos cuadros
políticos porque una revolución es constante y no puede detenerse.
En el Manifiesto Comunista, que es un texto que expresa el profetismo de
Marx, que aparece como un profeta de la historia, diciendo que hay dos clases
sociales: la burguesía y el proletariado. Hay una dialéctica histórica donde la burguesía
a liquidado toda forma feudal de producción y ha generado al proletariado
industrial que va a ser la clase revolucionaria que va a terminar con el orden
burgués capitalista y va a instaurar un nuevo orden de igualdad. Pero para que
el proletariado surja necesita que la burguesía triunfe en todas partes del
mundo, para que sea posible el surgimiento del proletariado, para que se de la
revolución proletaria mundial.
Marshall
Berman, en su texto “Todo lo sólido se
desvanece en el aire”, dice que pareciera que Marx en vez de enterrar a la
burguesía la viene a alabar, se enamora de ella. Marx Analiza la dinámica de
la burguesía y dice que es una clase revolucionaria porque ha liquidado todo el
mundo medieval y feudal. Los feudos eran estructuras cerradas en sí mismas, en
cambio los burgos comerciaban entre ellos. La burguesía es siempre expansiva,
globalizadora y el gran descubrimiento que hace la burguesía es el
descubrimiento de América, crea un mundo, un sistema-mundo.
La burguesía nace como clase
globalizadora, como un mundo de mercancías, llega a la India, China y comete
atrocidades por parte de Inglaterra.
Hay dos textos fundamentales que
son “La dominación británica en la India”, y “Futuros resultados de la dominación Británica en la India”, en
estos dos textos donde Marx justifica el imperialismo británico en la India
porque va a traer el desarrollo capitalista y el proletariado industrial que va
a derrotar a la burguesía. Dice “que
importa los estragos si los frutos son los placeres”. Los estragos no
importan, lo que importa es que entre el modo de producción capitalista, porque
de allí van a surgir los proletarios que van a liberar a la India.
La burguesía capitalista desarrolla
potencias económicas tan poderosas que finalmente no las va a poder controlar.
Marx dice que la burguesía capitalista es como “el aprendíz de hechicero”
porque no puede controlar lo que desató. El capitalismo desató una marginalidad
incontrolable, una cada vez mayor diferenciación entre clases sociales
provocadas por el neoliberalismo y las economías de mercado, genera
hambrientos, desesperados, pobres en la periferia y en el centro cada vez mayor
concentración de riquezas. El proletariado no pudo derrotar a la burguesía y
ésta en el siglo XXI, está más desbocada que nunca y se da el nombre de
neoliberalismo, democracia liberal de mercado que es un sistema que concentra y
excluye; excluye tanto que los que viven en la opulencia están aterrorizados
porque lo excluidos del sistema son tantos que en cualquier momento invaden las
ciudades de la opulencia. Estamos viviendo una situación donde se da todo lo
contrario a lo que Marx enunció en el Manifiesto comunista.
El concepto de plusvalía es central
en el concepto de Marx y lo desarrolla en el primer capítulo de su libro “El Capital”, comienza con el análisis
de la mercancía con dos aspectos: uno, el valor de uso y dos el valor de
cambio. Las mercancía tienen un valor de uso y a medida que se usan se desgasta
y pierde valor económico, solo sirven para usarla. En cambio, si esa mercadería
se decide vender tiene un valor de cambio. Entonces, ¿cuánto vale una
mercadería?, vale el tiempo de trabajo socialmente necesario para construir. Para
construir una mercadería se necesita al capitalista que aporta el capital y al
obrero que aporta su fuerza de trabajo. ¿Cuál será el valor de la fuerza de
trabajo? El valor de la fuerza de trabajo es equivalente a todo aquello que sea
necesario utilizar para mantener viva a la fuerza de trabajo. Es decir, lo
necesario para cubrir las necesidades básicas del obrero como comida,
vestimenta, casa y esto es lo que vale la fuerza de trabajo, pero en las horas
que el obrero trabaja produce más de lo que gana y este plusvalor, excedente de
ganancia se lo apropia el capitalista y es lo que Marx denomina la Plusvalía.
Los piratas británicos fueron un elemento fundamental del que Inglaterra necesitó para crear su industria. Los piratas ingleses atacaban los galeones españoles que llevaban oro a España. España era una nación muy perezosa que gozaba de sus riquezas en vez de invertir en industrias, eso hizo que quedara atrasada. Los piratas robaban el oro y lo llevaban a Inglaterra y creaban industrias, porque tiene el sistema industrial más desarrollado del siglo XIX. Esta acumulación originaria se ha producido por el saqueo a la periferia del mundo colonial.
En otro capítulo llamado el fetichismo de la mercancía o misterio de
la mercancía, produce un deslumbramiento que impide ver que hay detrás de
ella y lo que hay detrás de toda mercancía es la más cruda explotación del
trabajador. El objeto-fetiche oculta las condiciones de su producción y es el
trabajo esclavo de los obreros.
Vivimos un mundo del vértigo de las
mercancías, todo es mercancía. Marx, va a de decir que el mundo de las
mercancías es un mundo encantado porque producen un encantamiento, una magia
que no nos permite ver la explotación detrás del sistema productivo.
La vida humana deviene en cosas,
todos somos cosas, somos mercancías vivimos en un mundo lleno de mercancías. Trabajamos
para comprar mercancías, llevamos las mercancías a nuestra casa, nos venden
mercancía por la TV, la radio, el cine.
La mercancía que representa a todas
las mercancías es el dinero, a través del dinero las mercancías se compran,
se venden y el capitalismo es el intercambio de esas mercancías. Este es el mundo del capitalismo en el que
vivimos todos.
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