Heidegger fue el filósofo más importante del siglo XX. El libro más importante es “Ser y Tiempo”. La importancia de este libro es que termina con las filosofías basadas en el conocimiento, gnoselógicas. Ser y Tiempo es un libro existencial, es decir el hombre (Dasein) Ser ahí, el ser va a estar arrojado eyectado al mundo, con lo cual Heidegger evita por completo el esquema de la teoría del conocimiento (Descartes, Kant, Hegel), donde hay un sujeto y un objeto. Con Heidegger no hay mas sujeto y objeto. El Dasein no es el sujeto Kantiano, es el hombre existencial, el que se angustia, el que muere, el hombre que puede tener una vida auténtica o inauténtica, es decir Heidegger vuelve a poner la temática en el tema del ser.
La pregunta que Heidegger se
formula es ¿por qué hay algo y no más
bien nada? La respuesta es muy difícil de encontrarla. Pero como hay algo y
lo que hay es Ser. Para Heidegger la filosofía tiene que preguntarse por el
Ser. El hombre, el Dasein, el hombre arrojado al mundo… Ese Ser se pregunta por
el Ser.
Diferentes filósofos han
estudiado a Heidegger y todos concuerdan en que hay dos Heidegger: 1º) el del
Dasein; y el 2º) es el que se pregunta: ¿por qué el ente humano ha olvidado al
Ser? Y dice que el hombre olvida al ser para consagrarse al dominio de los
entes, es decir al dominio de las cosas. La sociedad actual ha olvidado al ser,
no se pregunta por él ser y se concentra en el dominio de las cosas.
En Ser y Tiempo Heidegger se
propone responder por la pregunta por el Ser. Hay un ser que se pregunta por
Ser y ese Ser es el Ser-ahí. El Ser-ahí es el ahí de la pregunta por el ser
¿por qué hay Ser? Esto hace que Heidegger le dé un lugar privilegiado al
hombre. Ser y tiempo es una ontología del hombre.
La ontología es el estudio de las cosas que son. Lo que es el ser. También hace una antropología del hombre. Ser y Tiempo es una antropología existencial. Heidegger dice: “El hombre es el Ser al cual le preocupa su Ser”. El hombre se angustia por su Ser y se pregunta por el Ser. El Ser ahí es el ahí del Ser. En el Ser ahí se pregunta por el Ser. Es el Ser que siente la presencia de la nada, que siente la inminencia de la muerte, se angustia. Es un Ser para la muerte porque sabe que va a morir. El Dasein es el Ser que sabe que va a morir. Que tiene infinitas posibilidades en su futuro, pero en todas sus posibilidades está la posibilidad de morir. El Dasein es un ente existencial, que está devorado por el mundo.
Edmud Husserl, es el creador de
la Escuela Fenomenológica que busca salir de ese sujeto que residía en sí
mismo. Descartes decía: “Pienso luego existo”, parte de la interioridad del
sujeto. Husserl no dice que el hombre parte de su interior, sino que ese hombre
esta arrojado hacia afuera. Se parte de una relación sujeto-mundo. Esta es la
concepción que Heidegger toma de su maestro Husserl, que es la concepción
fenomenológica. La conciencia es intencional, porque la conciencia va más allá
de sí misma. Por eso Sartre va a decir “El Hombre es nada”, justamente al no
haber en el hombre como punto de partida esa subjetividad constituyente que
había en Descartes “Pienso luego existo”, ¿por qué hay cosas afuera? Porque yo
pienso las cosas que están afuera. No, no hay cosas afuera y hacia esas cosas
el hombre está eyectado, está arrojado hacia sus posibles, porque el hombre no
es realidad es posibilidad.
El Dasein es el que establece las
relaciones en el mundo, las cosas se relacionan entre ellos porque hay un
proyecto humano. Podemos tener un cuadro, un clavo y un martillo, estas tres
cosas son insignificantes, pero si viene el Dasein y cuelga el cuadro en la
pared, entonces ahí se establece la relación entre el cuadro, el martillo y el
clavo.
La naturaleza no tiene historia.
Si un volcán erupciona es un hecho más de la naturaleza, pero si a los pies de ese
volcán esta la ciudad de Pompeya, es una tragedia. Son los proyectos del hombre
los que le dan tragicidad a la naturaleza. El petróleo no le interesaría a nadie,
si no fuera porque sirve para combustible a los automóviles. Si no hubiera
petróleo en Irak, EEUU no estaría invadiendo allí, estaría en otro lugar. Es el
proyecto humano el que le da importancia a las cosas del mundo. El hombre es el
que trae un sentido al mundo.
El
modo de Ser del Dasein es el Ser-en-el-mundo, a estos modos de Ser, Heidegger
los llama existenciarios y el primero es Ser-en-el-mundo. ¿Hacia qué está
arrojado el Dasein? El Dasein está arrojado hacia sus posibilidades. Una piedra
es una piedra, en cambio un ser humano siempre está deseando ser otra cosa.
Está proyectándose a ser una posibilidad. Somos nuestros posibles. Podemos
elegir una serie de posibilidades, podemos ir al cine, al teatro, viajar,
estudiar, etc; pero hay una posibilidad que es la posibilidad de todas esas
posibilidades, que está en cada una de esas posibilidades y que es la
posibilidad de morir. La muerte es la posibilidad de todas las posibilidades.
Este va a ser uno de los aspectos
de las filosofías existencialistas. Heidegger tiene un antecedente de Soren Kierkegaard, de un libro que se denomina “El
concepto de la angustia”, que leyó intensamente y que en una de sus partes
dice “El
Hombre es ese Ser que se angustia”, y es más profundamente hombre
cuanto más se angustia. La angustia proviene de la experiencia de la nada que
es la muerte. La nada produce la angustia porque revela la finitud del hombre.
Todas las posibilidades que tenemos pueden estar imposibilitada por la muerte.
El hombre es un ser para la muerte. El hombre se pasa la vida ocultándose de
que es un Ser para la muerte.
La muerte revela la angustia y la
angustia revela la nada y la nada revela la muerte, entonces el hombre quiere
negarla ocultarla, y la niega a través de lo que Heidegger denomina Existencia Inauténtica, consiste en negar que ese hombre es para la
muerte.
El Dasein inauténtico se entrega
al mundo del SE, SE DICE. SE DICE que hay que leer los libros de…, SE DICE que
hay que ver tal película…, que hay que ver tal programa de TV, que hay que leer
tal diario. Es decir que el Dasein inauténtico está determinado desde afuera y
lo acepta. Vive una vida totalmente pasiva, vive en el mundo de de lo anónimo.
El Dasein necesita unirse a ese mundo anónimo para ser uno más y no pensar por
sí mismo y no darse cuenta que la muerte en algún momento va a ser una
experiencia suya, y que nadie puede morir por él.
La existencia auténtica, está
fundamentada en la aceptación de la finitud. El Dasein auténtico sabe que va a
morir. Sabe que su ser es ser para la muerte y lo acepta. Le da densidad a su
existencia. Eso le da densidad, justamente esa existencia no se disuelve en uno
del se dice. El auténtico está separado del mundo del se dice, porque ha
aceptado su finitud. A partir de esa aceptación el hombre auténtico es Él.
Elige lo que quiere leer, habla de lo que quiere hablar, pero lo fundamental es
que enfrenta la angustia que le produce el hecho de que nadie puede morir por
Él. Se hace cargo de su muerte. En cambio, el existente inauténtico al no poder
hacerse cargo de su finitud, enfrenta la vida con una liviandad de lo
inauténtico, de aceptar todo lo que le digan, todo lo que le cuenten y todo lo
que le vendan para sofocar su angustia de morir, se niega a aceptar que la
existencia tiene misterios y uno de ellos es esa capacidad del Dasein de saber
que va a morir y tiene que seguir viviendo.
En la vida inauténtica no hay misterios,
se va detrás de lo que ya se ha dicho, de lo que ya se creó, de lo establecido.
Se es una nada, una cosa que se disuelve en el anonimato del todo que ha sido
creado para que los hombres no tomen conciencia de nada. Entonces, el mundo de
lo uno, del anonimato, del se dice, el de las habladurías, está constituido
para que el Dasein no tome conciencia de sí mismo, de su destino y de su
condición de ser para la muerte.
¿Quién construye ese mundo
inauténtico? Este mundo es construido por los poderosos otros. Cuando se acepta
el mundo inauténtico se está bajo el señorío de los otros.
En la actualidad, este poder de construcción del mundo inauténtico está dado por el poder de los medios de comunicación. Es el señorío de los otros. Porque a través de los medios de comunicación “Los Sujetos son sujetados”. (Foucault). Ese hombre inauténtico vive repitiendo todo lo que le dicen los medios de comunicación, las cosas que tienen que comprar, los programas que tiene que ver. Este persona tiene aniquilada toda posibilidad crítica de la conciencia. Y pasarse la vida sin decir una palabra propia es como haber vivido muerto.
Uno de los principales elementos
de la inautenticidad es la publicidad.
La publicidad dice lo que se tiene que comer, lo que se tiene que leer, la ropa
que tiene que vestir, el partido político al que tiene que votar. La publicidad
trabaja en favor de la inautenticidad de la gente y consiste en una mentira
para que el consumidor compre. Se dirige desde afuera a las conciencias de las
personas y le dice cómo tiene que ser.
Otro de los elementos de la inautenticidad es la avidez de novedades. La moda. Cambia permanentemente y va diciendo lo que hay que consumir. Se va pasando de una novedad a la otra nueva novedad. Es lo que Heidegger denomina errancia, es pasar de una cosa a la otra rápidamente y está determinada por la avidez de novedades. Siempre hay que estar informado de la última novedad.
Otro de los elementos son las habladurías, el se dice tal cosa y
todos terminan diciendo lo que se dice. Pero ¿quién dijo lo que se dice? Los
medios de comunicación, internet, la televisión, son los poderosos creadores de
las habladurías.
El hombre auténtico no
se somete a las habladurías, a la avidez de novedades, ni a nada que ese mundo
del anonimato le quiere imponer. El hombre auténtico tiene su propia voz, tiene
la libertad para decir lo que piensa sin ser manipulado por los medios de
comunicación. Subvierte ese orden que está armado a los sujetos.